
En numerosas ocasiones nos dedicamos a soñar despiertos, son elucubraciones placenteras y gozosas, otras veces, mientras dormimos, somos violentamente asaltados por pesadillas que nos angustian, pero; ¿qué ocurre cuando esa pesadilla se nos presenta a plena luz del día, durante las horas de vigilia?
El mismo sendero por el que transito día a día, esta tarde a cada paso que voy dando, parece más estrecho, el cielo se oscurece por momentos, mil pequeños y luminosos ojos, de un brillante amarillo, se posan sobre mi espalda, y sin poder evitarlo, comienzo a correr por un camino que se cierne amenazadoramente sobre mi….
Angustia, tensión, miedo……
Alguien me sigue, puedo sentir sus pasos, casi me alcanzan, el miedo oprime mi pecho, no puedo respirar, me asfixio, miedo, terror, angustia, desesperación….
Continúo corriendo y ellos me siguen, soy cobarde, no me atrevo a girarme, a mirar hacia atrás, sigo adelante en mi desenfrenada carrera, hacia ningún sitio .
Me asfixio, pido ayuda, grito, pero mi voz no se oye, no sale de mi boca, solo puedo escuchar mi propio eco dentro de mi….
Trato de autoconvencerme de que nadie me sigue los pasos, para tratar de insuflar algo de valentía a mi espíritu, miedo, sigo teniendo miedo, mi corazón se acelera, no puedo parar de correr, me asfixio, oigo sus pies sobre la tierra, justo detrás de mi, y ahora con más osadía que valentía giro el cuello….sólo sombras, nada más….
Miedo, angustia, desesperanza, terror, asfixia…..
¡Socorro! ¡Ayuda! ¿Alguien puede oírme?
La oscuridad es absoluta, veo un enorme insecto en medio del camino, que sin duda me obstruirá el paso, mas no puedo evitar seguir corriendo hacia él, sus múltiples ojos de fijan en mi, siento miedo, mucho miedo, su mirada atraviesa mi alma, pero sigo huyendo hacia delante, ellos me siguen… y en el justo momento de chocar contra la gigantesca criatura se desvanece en el aire….parece que la atravesé con mi cuerpo….giro el cuello, miro a un lado y al otro… ni rastro…
Miedo, terror, angustia, confusión…..
Garras afiladas surgen de las entrañas de la tierra, tratan de atraparme, tengo que patear alguna, otras casi me hacen zozobrar. Las huesudas ramas de los árboles de la desesperación intentan alargarse para atraparme….y ellos siguen detrás mía….puedo sentir su gélido aliento en la nuca….continúo corriendo, no puedo parar, siempre adelante……
Miedo, Terror, Angustia…..
Lloro, Grito, Sollozo…
¡Socorro! ¡Qué alguien me ayude! ¡Solo no soy capaz de encontrar la salida de este maldito lugar!
Una ronca voz, suelta un terrible alarido que destroza mi alma: ¡No existe salida! ¡No tienes escapatoria de aquí! ¡No puedes huir de ti mismo!
Sigo corriendo, más y más deprisa, pero las piernas cada vez pesan más, el corazón se acelera, me asfixio, están a punto de atraparme, me duelen las piernas, mis ojos ya no pueden ver nada, el sudor se enfría en mi espalda……y por fin…..me rindo….
….desfallezco……
Mi cuerpo inevitablemente se desploma sobre el suelo….
Duermo….
Duermo……………….
Duermo………………………………….